La ruta de las playas
De Razo hasta Caion, tres horas de camino a pie y al lado del Atlántico para conocer el litoral carballés.
¿Habéis probado a recorrer andando nuestro litoral? Desde Razo hasta Baldaio y A Pedra do Sal, y desde allí, todo a la orilla del mar hasta Caión, pasando al lado de pequeños arenales como Arnela y Leira, pequeñas calas metidas entre rocas y milenarias playas del cuaternario. Precisarás unas tres horas a ritmo pausado. El esfuerzo merecerá la pena. Nada hay más energético que andar "á salseira", como la gente mayor le llama a esto de coger los aires del mar.
El recorrido de Razo a Baldaio transcurre sobre uno de los arenales más grandes de Galicia. Una vez atravieses Razo, la más concurrida de nuestras playas y un referente en el mundo surfista, caminarás a lo largo de un amplio cordón dunar hasta llegar a la laguna de Baldaio. El trayecto es muy popular entre las gente de la zona que, en verano, lo acostumbran a andar y desandar en los días playeros.
Baldaio: o atractivo do natural
Baldaio es laguna y marisma, espacio natural, lugar de interés comunitario y zona de especial protección para las aves. Merece la pena pararse a observar la belleza de la entrada del mar en la tierra, adentrarse hasta la laguna y pasear por la marisma, lugar que destaca por su silencio, sólo roto por el canto de los pájaros.
La siguiente parada es A Pedra do Sal, arenal que encontrarás cerca de la laguna de Baldaio y un buen sitio también para hacer un descanso, tomar un café o comer en alguno de los establecimientos hosteleros de la zona.
Las calas desconocidas del Atlántico
Toca proseguir camino y lo harás por un estrecho sendero que va pegado al mar. Es este quizás una de los parajes más sorprendentes, incluso para las gentes del municipio pues esta es la parte de nuestro litoral más desconocida y también, quizás, la estampa más próxima a aquella que suele identificar a A Costa da Morte: el mar bravo batiendo en las rocas.
Al pasar la playa de Arnela, que identificarás por las tres entradas del mar que encontrarás a la par, separadas por una estrecha línea de rocas, el sendero se anchea y se convierte en pista forestal. Síguela y llegarás hasta Caión, pueblo marinero metido en el Atlántico a modo de pequeña península, antiguo puerto ballenero y con pasado señorial.