La ruta de las cascadas
Adéntrate en el interior de Carballo hasta sentir la fuerza del agua precipitándose al vacío en las cascadas de Rus y de Entrecruces.
[ Duración: 8 horas ]
[ Perfil: Ruta a pie, en bicicleta o a caballo ]
[Mapa online: https://goo.gl/Dt1vpo ]
Las cascadas de Ramil, en Rus, y de San Paio, en Entrecruces, saltan sobre el desnivel en el terreno provocado por la Depresión Meridiana. Esta sucesión de fallas es uno de los fenómenos geológicos más importantes de Galicia. La atraviesa desde el litoral de Carballo hasta Tui.
Sendero de la Ruta de las Cascadas
La ruta de las cascadas (PRG-142) comienza en A Brea, lugar a las afueras de Carballo conocido por el buen hacer de sus panaderas y panaderos, y termina junto a la cascada de Entrecruces, donde el río Outón se precipita al vacío desde más de 40 metros de altitud. Esta ruta transcurre por el Carballo más desconocido: su interior. Montes y valles hilan el paisaje. Adéntrate por los senderos en los más secretos recovecos de la Depresión Meridiana, que separa las tierras altas y bajas de las parroquias de Rus y de Entrecruces. Antiguos senderos, aún hoy conocidos como caminos reales, te guiarán hasta hermosos tramos de vegetación autóctona y de ribera.
La cascada de San Paio
Esta ruta te conducirá hasta dos de las construcciones patrimoniales más antiguas del municipio.
Por una de sus variantes llegarás hasta el pazo barroco de Vilar de Francos, cuya torre fue levantada en el siglo XVI. Al final del camino, encontrarás la iglesia de San Paio de Entrecruces, con una bóveda de crucería gótica que también nos remonta a la Edad Media.
En la línea de los fértiles valles que se extienden por el fondo de la Depresión Meridiana encontrarás las iglesias barrocas de Ardaña, Entrecruces y Santa María de Rus, la más importante del municipio desde el punto de vista artístico.
Si decides subir al alto de A Peniqueira, fíjate en la elevación de monte que aparece fortificada a tu izquierda: delata un antiguo castro. Muy cerca, encontrarás dos mámoas, montículos en el terreno que, en épocas prehistóricas, fueron construidos por la mano humana como monumentos funerarios.