Megalítico
Dolmen Pedra Moura
Dicen que una "moura", personaje mitológico característico de la tradición oral gallega, fue la que levantó el dolmen de A Pedra Moura, en Aldemunde, llevando en su cabeza las piedras al mismo tiempo que hilaba y daba de mamar a una criatura.
Son muchas las leyendas que existen alrededor de los dólmenes y de las mámoas. Los dólmenes, también conocidos como antas, son cámaras de enterramiento, que estaban total o parcialmente cubiertas de tierra, formando pequeñas elevaciones en el terreno conocidas como mámoas. Son características de la época megalítica, que va aproximadamente desde el 7.000 o 6.000 a.C. hasta el 2.000 a.C.
Dicen que una moura fue la que construyó este dolmen de Aldemunde, transportando en su cabeza las piedras al mismo tiempo que hilaba y amamantaba a una criatura.
Estas construcciones funerarias son, por así decirlo, la primera muestra de arquitectura galaica.
El de Aldemunde es el más importante resto megalítico de nuestro ayuntamiento. Está datado entre el 3.500 y el 2.700 a.C. Puedes encontrarlo en esta parroquia de las tierras altas de Carballo, que linda ya con el municipio de Cerceda, en un lugar conocido como As Brañas do Carregal. Está conformado por varias piedras verticales y una horizontal, que servía de cubierta y que ahora está a ras del suelo.
En el Monte Neme, cerca de la Costa, tuvimos nuestro particular Stonehenge, la Eira das Meigas, un círculo lítico del que ahora sólo se conservan las bases de las piedras. Dice la leyenda que, en el San Juan, las meigas de la zona se reunían aquí con el demonio para hacer su aquelarre.
A lo largo del término municipal de Carballo encontrarás también varias mámoas. Las identificarás como una elevación en el terreno, un gran montículo construido por las manos de nuestros antepasados que desplazaron para ello toneladas y toneladas de tierra. En la parroquia de Sísamo están las cuatro mámoas de Os Vilares. En Oza, la mámoa del Cruceiro de Arriba. En Ardaña, la mámoa de A Peniqueira. En Bértoa, la de Queo. Y, en Cances, la de Agro das Moas.
A lo largo del término municipal de Carballo encontrarás también varias mámoas. Las identificarás como una elevación en el terreno, un gran montículo construido por las manos de nuestros antepasados que desplazaron para ello toneladas y toneladas de tierra. En la parroquia de Sísamo están las cuatro mámoas de Os Vilares. En Oza, la mámoa del Cruceiro de Arriba. En Ardaña, la mámoa de A Peniqueira. En Bértoa, la de Queo. Y, en Cances, la de Agro das Moas.