Baldaio: el atractivo de lo natural
Panorámica de Baldaio
Baldaio es playa, laguna y marisma. Un arenal en el que respirar fondo y buscar sosiego en contacto con la naturaleza. Es, de hecho, uno de los humedales más importantes de Galicia y zona de especial protección ambiental.
El mar se adentra en la tierra y se mezcla con las aguas dulces que llegan de los ríos de la zona. Se crea así un espacio, la marisma, mucho más fértil que cualquier terreno de labranza.
La barra de dunas que une Baldaio a Razo se prolonga a lo largo de tres kilómetros. A las y los carballeses les gusta completar el día de playa recorriendo a pie, con las olas acariciando los pies, esta extensa zona de arenal. Antiguas como el más preciado de nuestros monumentos, alguna de estas dunas está ya fosilizada.
Aves protegidas
Aves en Baldaio
Y es que más vale cien volando. Le damos la vuelta al refranero porque en Baldaio, en efecto, podrás observar a cientos de aves, especies únicas en Galicia, viviendo en armonía en estos hermosos parajes.
Los lindes entre la marisma y la laguna son lugar privilegiado para poder observar la gran variedad de aves que tienen en Baldaio su hábitat cotidiano o lugar de descanso o destino en su travesía migratoria.
A la entrada de la laguna fue construido un punto de observación ornitológica, donde podrás acechar, sin que se percaten de tu presencia, el día a día de estas aves, en pacífica convivencia con el trabajo de las mariscadoras. También tienes la opción de sumarte a las rutas ornitológicas que se organizan en la zona.
Una lucha histórica
Laguna de Baldaio
Durante cuatro décadas, Baldaio fue explotado por empresas privadas para la extracción de arena. Destruyeron el paisaje de la ría, variaron sus corrientes, construyeron una pista que partió la marisma en dos, e incluso les impidieron a los vecinos y vecinas de la zona extraer de ella el marisco que les permitía subsistir.
La batalla fue larga. Hubo manifestaciones, detenciones y represión. Incluso un chico murió después de que la guarda civil lo obligase a cargar a cuestas, hasta el cuartel de Baldaio, el marisco que había juntado ese día en la ría.
Tras una larga disputa judicial, el Tribunal Supremo le devolvió la laguna a los vecinos y vecinas en la década de los noventa. En los últimos años se acometió un importante trabajo de recuperación ambiental para intentar devolverle su apariencia original.
Las mujeres del mar
Mariscadoras en Baldaio
Nadie te podrá contar mejor el pasado y el presente de la laguna que sus mariscadoras.
Son las personas que mejor la conocen.
Viven, sienten, padecen y disfrutan de la laguna en su día a día.