Foto de familia con premiad@s y organización

"Los Lumiere habrían venido al Carballo Interplay". Así cerraba el pasado año su conferencia en el festival de contenidos digitales Roger Casas Alatriste, fundador de la productora transmedia Él Cañonazo. Y no fueron los Lumiere, pero sí  una peculiar versión gallega, los hermanos Lumieira, interpretados por Carlos Meixide y Suso Alonso, los que presentaron este año la segunda edición de la gala de clausura.

Los Lumière habrían estado en el Carballo Interplay y no en Donosti porque aquí hierve el futuro del audiovisual, aquel que se mueve en la red y que hoy en día es su auténtico I+D. Las webseries, destacaba Silvia Fuentes, productora de "Fame", al subir el escenario para recoger el premio en la categoría versión original en lengua gallega, son una especie de laboratorio. Y en todo laboratorio, añadía, hay dos figuras claves:el científico loco y la experimentación.

Carballo fue este sábado anfitrión de la fiesta que acogió al audiovisual más innovador. Aquel que no gana dinero porque se mueve a las márgenes del conservadurismo de las televisiones convencionales. Aquel que vive de la emoción, el espíritu gamberro y el afán por contar aquellas historias que, de otro modo nunca se contarían, tal y como subrayó en el acto la directora del Carballo Interplay, Sonia Méndez.

El palmarés

Con la entrega de premios quedaba clausurada la segunda edición del Festival Internacional de Contenidos Digitales que se celebró esta semana en la capital bergantiñana. Fueron siete las webseries que se hicieron con el palmarés, de un total de 43 seleccionadas entre las cerca de 150 que se presentaron al concurso. En el podio ganador, las gallegas "Clases de lo social" y "Fame", que recibieron respectivamente el premio del público y el gardardón a la mejor webserie con versión original en lengua gallega. El que el pasado año se estrenó como el primer certamen de webseries del Estado sorprendió en esta edición por su acento internacional.

El festival, que en este 2015 decidió crecer abriendo la competición a webseries extranjeras, inauguró la entrega de premios con deje británico, el de los creadores de Future Duck, premiada como mejor webserie, y la continuó con el impostado acento ruso del catalán Oriol Vila, que recibió el premio a mejor intérprete masculino. Vila, que fue nominado hace unos años a mejor actor revelación en los Goya, se dirigió al público en el papel del chico ruso afincado en Barcelona que interpreta en la webserie Nico and Sunset.

Carla Pueyo había recibido unos minutos antes el de la mejor actriz por su interpretación en "La Caída de Apolo". Completaron la estela de premiadas las webseries "Comaland", en la categoría animación, y "Fracasados por el mundo", en la categoría imagen real, y Vincent Finch, por su guión. Y mención especial recibieron"La Caída de Apolo" en imagen real y "Pinkoo" en animación.

Ruptura xeracional

Se cerraban así tres días intensos, tres completas jornadas de visualizaciones, coloquios, conferencias, master class y conciertos. El objetivo, ver y disfrutar viendo, pero también pararse e  intentar sentar reflexión sobre la marcha acelerada y vertiginosa del audiovisual hacia nuevos futuros. Impactó, en especial, la intervención de Joan Carles Martorell alrededor de la generación de l@s youtubers. Son creadores y creadoras por lo general muy jóvenes, en la veintena o menos, criticados por las generaciones que los anteceden que califican de faltos de calidad productos que no comprenden, pero que arrasan con sus vídeos en la red. Tal como señaló Martorell citando a Bruce Schneider, "la web 2.0 creó la mayor división generacional desde el rock and roll".

La edición de este año proporcionó estrategias y herramientas, como la creación de complejos universos transmedia para promocionar los productos audiovisuales; de secretos de profesión, como las claves para el humor en la red, y de miradas críticos como la que, en tono distendido y ameno, suministró la periodista Belén Regueira alrededor de los estereotipos machistas en su intervención titulada "Mujeres, hombres y el audiovisual que los parió". Pero, sobre todo, dejó tras de sí una estela de energía: la de una nueva generación, arriesgada y valiente, que un día no muy lejano marcará el presente de nuestro audiovisual.