"A los niñ@s les sorprende el hecho de trabajar la tierra sin labrarla"
Marco Antonio Torres, monitor del campamento de verano sobre Huerta sinérgica.
Marco Antonio Torres, también conocido como Oso, es el monitor del campamento de verano sobre huerta sinérgica celebrado en el huerto ecológico infantil de Carballo este verano. Nos demuestra cómo, también en las plantas, la unión y el respeto hace la fuerza.
-En Carballo acabas de impartir un campamento de verano sobre huerta sinérgica en el huerto infantil ecológico municipal. ¿En qué consiste la huerta sinérgica?
-En este tipo de agricultura se buscan asociaciones benéficas de plantas, de modo que unas apoyen a otras. Es fundamental, en este tipo de agricultura, no remover la tierra, no pisar la tierra que se cultiva.
-¿Y cómo se introdujo en España?
-De la huerta sinérgica es referente el japonés Masanobu Fukuoka, el autor de La revolución de una brizna de paja. Él dejaba a la naturaleza hacer, incentivando el crecimiento de ciertas plantas y la minimización progresiva de otras. La catalana Emilia Hazelip quiso poner en práctica su modelo pero, en un principio fracasó. Después de varios intentos frustrados comenzó a desarrollar los sistema de bancales elevados.
-¿El bancal ha de llevar siempre cobertura de paja?
-El bancal siempre lleva cobertura, de uno o de otro tipo. En un clima mediterráneo, la paja es estupenda, porque, debido a su color claro, refresca el suelo, y además humedece y crea una vida microbiana muy rica.
-¿Puedes ponernos ejemplos de asociaciones benéficas de plantas?
-Se tienen que combinar por lo menos tres especies. En el taller cultivamos los tomates junto con la albahaca, que repele ciertos insectos que no son beneficiosos y atrae otros que sí lo son; el perejil, que potencia el sabor y la textura del tomate y, en el borde del bancal, plantas de la familia del ajo, pues es fungicida y repele los insectos. Ancestral es la asociación precolombina que empleaban las poblaciones indígenas indias: maíz, judía y calabaza. Y se utilizan también mucho en este tipo de agricultura las leguminosas, porque le aportan nitrógeno al terreno, y suelen ir bien con casi todo. Yo utilizo mucho, por ejemplo, la judía de mata baja. -
¿Y cómo has aplicado todo esto con los niños y niñas de primaria que acudieron al taller?
-Quise dejarles claro las ideas principales: el no laboreo de la tierra, el empleo de coberturas y la unión sinérgica de plantas. Nunca se arrancan las raíces y la parte aérea de la planta ha de dejarse sobre la tierra. También incidí en la idea de que ese respeto al medio ambiente se debe llevar a las personas. Lo pusimos en práctica con diversas actividades. Elevamos los bancales y plantamos tomates, apios, judías de mata baja y repollos. También elaboramos remedios útiles como el purín de ortiga.
-¿Cómo han respondido l@s niñ@s del campamento?
-Estoy muy satisfecho con su respuesta. Plantar y, en general, hacer cosas con las manos, suele gustarles mucho. Les sorprende el hecho de no labrar la tierra.
"Se podría llegar a vivir de esta práctica de agricultura. En Italia, país en el que se observa una expansión esta forma de cultivo, hay empresas grandes que trabajan así."
-¿Consideras que se podría llegar a vivir de la práctica de este tipo de agricultura?
-Sí, totalmente. En Oza dos Ríos ya está alguien haciendo esto y saca dinero. En Italia, país en el que se observa una expansión esta forma de cultivo, hay empresas grandes que trabajan así. Parece que, de momento, no tiene mucha fuerza en España, aunque existe un foro en la red sobre agricultura sinérgica.
-La huerta sinérgica bebe de la permacultura. ¿Qué es eso de la permacultura?
-El término permacultura fue utilizado a principios del siglo XX para describir los sistemas de agricultura que se empleaban desde tiempos ancestrales en China, Japón y Corea que, para el cultivo del arroz, ya echaban mano de bancales elevados que se iban haciendo con los propios restos de la cosecha. En los años 70, dos australianos, Bill Mollison y David Holmgren, difundieron el concepto de permacultura tal y como ahora se entiende, como un método alternativo frente a la industria agroalimentaria y a los monocultivos que, según analizaban, era una de las causas principales del desastre medioambiental, con el empleo de fertilizantes y productos para hacer frente a las plagas que origina que están basados en el petróleo. Gracias a internet, la permacultura se extendió. En América del Sur se practica mucho. Y, además, fue evoluciondo. Hoy se considera que es una ciencia multidisciplinar y que implica no sólo el respeto al medio ambiente, sino también al ser humano.
Niño cultivando en el huerto en bancales cubiertos con paja
-¿Es la permacultura agricultura ecológica?
-Un permacultor no atiende al sello de agricultura ecológica. El sello, por ejemplo, acepta el sulfato de cobre, cuestionado desde la permacultura, y no garantiza la cercanía de la producción, cosa que la permacultura tiene en cuenta.
-¿Qué aceptación está teniendo este tipo de prácticas en Galicia?
-En Ourense hay mucha gente que lo hace. A nivel internacional, está la red WWoofing [siglas en inglés de la Red Mundial de Oportunidades en Granjas Ecológicas]. Puedes inscribirte, pagar el seguro correspondiente y, a partir de ahí, andar por el mundo adelante conociendo granjas y otras formas de cultivar.
-¿Falta una mayor apuesta por la agricultura ecológica?
-Se hace una falsa apuesta por la agricultura ecológica, al igual que se hizo con las energías renovables. Hay iniciativas que se quedan en las buenas intenciones.