Nueva ruta de senderismo en Carballo, por tierras de Sofán
Se estrena este domingo un nuevo recorrido por los ríos que vertebran este parroquia que pasó a la historia por las mártires de Sofán
Río Carral
Descubrir el encanto de los caminos del pasado hoy en desuso, estremecerse con las leyendas alrededor de paisajes considerados mágicos por nuestros abuelos y abuelas, recrear los oficios antiguos en molinos o curtidurías y, sobre todo, sentir de cerca ese paisaje autóctono y auténtico que desde los caminos de asfalto sólo podemos intuir. Castros, cuevas, leyendas, historia e historias… Con todo esto y mucho más nos sorprenderá la ruta de 21 kilómetros que la asociación Senda Nova diseñó por la parroquia de Sofán, una de las más extensas del municipio de Carballo y regada por multitud de riachuelos y cauces fluviales que proceden de las parroquias vecinas más altas, como la de Montemaior.
Más de veinte molinos
Molino
Será una ruta circular, delimitada por el ángulo recto que conforman las corrientes de los dos principales ríos de la parroquia, el Bardoso y el Carral. El punto de llegada y el de partida será la iglesia de Sofán, una de las más amplias del ayuntamiento, de hermoso y esbelto campanario. Construida en 1732, mezcla características del barroco y del neoclásico. Al lado del atrio, podemos ver aún lo que ahora semeja un jardín, y que en realidad son los restos de un antiguo cementerio.
En 1919, cuatro mujeres fueron asesinadas por la Guardia Civil por la oposición del vecindario a utilizar el cementerio de nueva construcción que habían ideado los caciques de la zona, en vez de ampliar el que se había usado hasta aquel entonces, como quería la gente de la parroquia. Cerca de la iglesia, está el castro de Periscal, con el sistema defensivo ya muy deteriorado debido a las labores de labranza.
En el lugar de O Zarrallo nos encontraremos con el río Bardoso, y con los molinos de Elicesio. Serán los primeros, y también los de mayor tamaño, de la veintena de molinos diseminados a lo largo de todo el camino, el ejemplo más palpable de la fertilidad de estas tierras cruzadas por las aguas de múltiples riachuelos. Siguiendo el cauce del río, llegaremos hasta el lugar de Monelos y de ahí, por una hermosa congostra, a Reixía. La siguiente parada será en el lugar más alto de Sofán, A Prearada, donde comeremos en una área recreativa con una escultura que el vecindario de la parroquia le dedicó a un cura recordado aún por la gente mayor con cariño, Antonio Carracedo Viña.
Cuevas legendarias
Voluntarios de Senda Nova limpiando la ruta
Seguiremos camino hasta Santa Margarita, y de ahí, por otra de las congostras más impresionantes del recorrido, llegaremos hasta O Monte do Rei y el lugar de Covas, donde veremos la boca de una de las cuevas que le dieron nombre, hoy en día taponada en parte por la maleza. Hay leyendas que dicen que incluso llegaba, por debajo de la tierra, al monasterio de Soandres, aunque posiblemente sean sólo eso, leyendas, pues es poco probable que, dada la composición del terreno, pudiera prolongarse tantos kilómetros.
La siguiente parada será en O Tarambollo, el lugar más industrial de la parroquia, donde visitaremos las instalaciones de una curtiduría que lleva en funcionamiento ya desde los años veinte del siglo pasado y que, hoy en día, vende piel curtida para todo el norte peninsular.
Castros y torres mágicas
Congostra
De O Tarambollo bajaremos hasta el lugar de Guntián, el antiguo centro de la parroquia, donde, en el pasado, estaba ubicada la iglesia y que aún hoy en día conserva un antiguo crucero. Encontraremos allí uno de los espacios más mágicos de la ruta, del que la gente mayor aun habla con respeto y miedo: el castro de A Torre.
Es un castro de pequeñas dimensiones, con varias murallas, situado en las cercanías del río Carral. En su interior se encontraban unos anchos muros que probablemente albergasen los restos de una antigua torre medieval, la que le da nombre al recinto. Las leyendas dicen que en esta zona vivían los "xentís", personas de grandes dimensiones que habitaban allí sin relacionarse con el resto del vecindario.
El tramo final discurrirá en parte por otra hermosa congostra, que nos acercará al lugar de Sete, desde donde cogeremos rumbo al punto de comienzo y fin de la ruta, la iglesia parroquial, y donde concluiremos una jornada a través de los ríos, de las leyendas y de los caminos de antaño que tantas historias nos tendrían que contar si pudiesen hablar.